La Fifa advirtió este lunes a Brasil que aún hay grandes desafíos a superar a casi 18 meses del Mundial de 2014, aunque las críticas fueron vertidas con elegancia y matizadas por su convicción de que la Copa Confederaciones, una suerte de ensayo a escala reducida que se realizará en 2013, será exitosa.
El secretario general de la Fifa, Jerome Valcke, llamó a Brasil a trabajar más duro para ofrecer comodidad al medio millón de extranjeros que llegará al país y se trasladará de una ciudad a otra siguiendo a sus selecciones, en el primer día del de la conferencia Soccerex, el mayor salón del fútbol mundial, que se realiza en Rio de Janeiro hasta el miércoles.
"Su prioridad es que Brasil gane el Mundial, la de la Fifa es que esté perfectamente organizado", dijo Valcke dirigiéndose al auditorio.
A fines de marzo, el jerarca de la Fifa reprochó al gigante sudamericano estar más preocupado por conquistar el título que por organizar la mayor fiesta del fútbol mundial, y hasta dijo que Brasil precisaba de una "patada en el culo" para acelerar los preparativos. Sus declaraciones desataron la ira del gobierno brasileño, que le declaró persona non grata, aunque luego ambos hicieron las paces.
"Debemos trabajar duro para estar seguros de que los hinchas serán bien recibidos", afirmó Valcke.
"Hay una ciudad donde hay 17.000 cuartos y el estadio tiene 45.000 plazas. Diría que hay algo que no está funcionando perfectamente", indicó Valcke, sin identificar cuál de las 12 ciudades sede del Mundial no cumple con los requisitos de alojamiento.
"Si pusiéramos a tres en la misma cama, esa sería la única manera de tener éxito. De lo contrario aún tendríamos 10.000 personas sin cama", afirmó.
Valcke indicó que la Fifa trabaja con el gobierno y las ciudades sede para diseñar la logística urbana para recibir a los miles de asistentes a los juegos.
